En las aguas infinitas del Índico, los colores se funden con el horizonte y el tiempo parece detenerse.
Hay lugares que parecen inventados para soñar y Maldivas es uno de ellos. Un paraíso de islas diminutas donde el mar cambia a cada hora y el ritmo lo marcan las olas, el viento y el sol.
Entre este paisaje de lagunas cristalinas y arena blanca, se esconden algunos de los refugios más íntimos del mundo, pequeñas islas privadas donde todo invita a desconectar, respirar y dejarse llevar.
En este entorno privilegiado, Universal Resorts Maldivas representa el alma local del paraíso, con tres hoteles de ultra lujo repartidos en tres islas —Huvafen Fushi, Milaidhoo y Baros— en los que vivir y disfrutar la belleza de Maldivas. Lugares únicos que elevan la experiencia de viaje a través de la intimidad, el sentido del detalle y una profunda conexión con la naturaleza.
Huvafen Fushi: El lujo sumergido
Alejado del mundo y sumido en la tranquilidad, Huvafen Fushi es una isla privada donde la imaginación cobra forma. Con solo con 46 bungalows y pabellones individuales – con opción de alojamiento de dos y tres dormitorios- todos con piscina privada, escondidos entre la vegetación o suspendidos sobre el agua, ofrece una experiencia íntima en la que cada huésped cuenta con su propio asistente personal, conocido como Thakuru.
Aquí, el bienestar alcanza nuevas profundidades, con su spa submarino, el primero y único en su clase, permite recibir tratamientos de autor mientras peces tropicales nadan al otro lado del cristal. Al caer la noche, el arrecife se ilumina y se transforma en un SpaQuarium, revelando corales bioluminiscentes.
El hedonismo continúa bajo tierra, en Vinum, una espectacular bodega con más de 5.000 botellas, en el único restaurante subterráneo privado del mundo. En Huvafen, cada rincón invita a perderse… y encontrarse.




Milaidhoo: Donde el alma de Maldivas cobra vida
En el corazón de la Reserva de la Biosfera de Baa, declarada por la UNESCO, Milaidhoo redefine el lujo desde la autenticidad. Sus 50 villas y residencias con piscina privada, diseñadas por un arquitecto local, se abren completamente al exterior y respetan la arquitectura y materiales tradicionales.
Aquí, no se vive un viaje, se forma parte de él. Desde aprender a pescar con un lugareño hasta crear un plato con el chef recolectando hierbas juntos, todo está pensado para conectar con la esencia cultural del archipiélago.
Uno de los momentos más mágicos se vive en la cercana bahía de Hanifaru, durante la temporada de mantarrayas. Nadar entre estos seres majestuosos, en uno de los santuarios marinos más emblemáticos del mundo, deja una huella imborrable.
Y para saborear la historia, Ba’theli by the Reef —un restaurante construido sobre barcos inspirados en las antiguas rutas de las especias— ofrece alta cocina maldiva como ningún otro lugar.




Baros: El icono de las Maldivas
Reconocido por su excelencia y su elegancia serena, Baros es sinónimo de sofisticación. Con más de cinco décadas de historia, este refugio rodeado por uno de los arrecifes más espectaculares de Maldivas es una invitación a redescubrir la belleza natural con todo el confort moderno.
Sus 75 villas, tanto en la playa como sobre el agua, ofrecen privacidad absoluta, rodeadas de jardines tropicales o suspendidas sobre una laguna cristalina. La experiencia de Baros es una celebración del detalle: cenas privadas en el Piano Deck en medio de la laguna, excursiones en dhoni al atardecer, tratamientos relajantes en su spa al aire libre entre la vegetación…
Pero el alma de Baros se encuentra bajo las olas. El arrecife, accesible directamente desde la orilla, es un caleidoscopio de vida marina que invita a explorar tanto de día como de noche. Aquí, cada inmersión es un viaje y cada momento, un recuerdo.





Universal Resorts Maldivas no ofrece solo estancias, propone viajes a la emoción, al asombro y a lo esencial. Tres islas, tres formas de experimentar Maldivas desde la autenticidad, el lujo consciente y el deseo de vivir cada instante con plenitud.
