¡Bienvenidos a un recorrido único a través de la Península Ibérica, donde los coches clásicos se convierten en testigos de paisajes fascinantes y culturas cautivadoras!
Os invito a acompañarme en mi viaje por la Trans-Ibérica, desde el encantador Valle del Duero en Porto hasta la majestuosidad del País Vasco.
Aquí, cada giro del volante me llevó a descubrir tesoros ocultos, a probar delicias gastronómicas y a hospedarme en joyas históricas, creando así un capítulo emocionante en mi aventura sobre ruedas.
El Corazón del Duero y Joyas Clásicas Sobre Ruedas
La travesía comenzó entre los viñedos dorados del Valle del Duero en Porto, Portugal. Aquí, en el magnífico Hotel Douro 41, nos sumergimos en la elegancia mientras descargábamos nuestros legendarios clásicos, listos para enfrentar la carretera. Entre los rugidos de motores y el aroma a vino de Oporto, la emoción creció entre los participantes de toda Europa.
Desde el clásico Jaguar XK 140 hasta el imponente Mercedes 600, nuestra caravana de clásicos era una exhibición de elegancia y potencia. Además, el Porsche 911, el Renault Alpine, el inconfundible Aston Martin DB4 y el incomparable Ferrari 250 GT crearon una sinfonía de motores que resonó a lo largo de los 1920 km de la Península Ibérica.
Desafíos en Rutas Escénicas y Excelente Gastronomía Local
Gracias a la asistencia de mecánicos, médicos y un equipo logístico de primera categoría, cada día fue una nueva aventura. Y es que cada desafío mecánico fue superado con creatividad, permitiéndonos continuar nuestra travesía sin contratiempos.
Desde los deslumbrantes canales del Duero hasta la espectacular frontera española, atravesamos el incomparable Cañón do Sil. La ruta nos llevó a rincones desconocidos, monumentos únicos y a través de una paleta diversa de culturas y sabores. Detenernos en pueblos medievales, disfrutar de la gastronomía portuguesa y española en cada parada y degustar vinos en viñedos centenarios fue la mejor manera de descubrir la auténtica esencia de la Península Ibérica.
Hospedaje de Ensueño en Hoteles Boutique y Paradores Históricos
Nuestras noches fueron tan memorables como los días de conducción.
Desde pequeños pueblos medievales hasta la Costa Atlántica, nos alojamos en hoteles boutique que eran auténticas joyas, combinando el encanto histórico con el lujo moderno. Los Paradores históricos añadieron un toque de autenticidad a nuestra experiencia, permitiéndonos sumergirnos en la rica historia de la región.
Cierre de Gala en el País Vasco
El final glorioso nos aguardaba en el País Vasco, con una última jornada que nos llevó al impresionante Castillo y Museo Rolls-Royce en Torre Loizaga. En esta para imprescindible para todos los amantes de la automoción, tuvimos la oportunidad de conocer la única Colección Rolls Royce en Europa con todos los modelos fabricados entre 1910 y 1990.
Y, como no podía ser de otra manera, finalizamos nuestro recorrido en coches clásicos en una de las ciudades más espectaculares de nuestro país, San Sebastián. Una cena de gala en el majestuoso Hotel María Cristina, fue la culminación perfecta para esta experiencia única.
La Trans-Ibérica con NUBA no solo fue un rally, sino una odisea de lujo, cultura y descubrimiento.
Cada curva nos llevó a una nueva maravilla, cada parada fue una lección de historia y cada comida fue un festín de sabores auténticos. Si buscas la mejor manera de explorar la Península Ibérica, esta es mi recomendación indiscutible.
¡Hasta la próxima aventura!