La Colombia de Josie

Colombia nos invita a vivir un intenso recorrido a través de su increíble diversidad y encanto, que nos muestra grandes contrastes en sus diferentes regiones naturales, gran abundancia de flora y fauna, diversidad étnica y una gran riqueza en su patrimonio cultural y artístico.

El aroma de los cafetales y un infinito horizonte verde son las bondades de esta tierra que evoca la magia de la naturaleza, y es que el paisaje cultural cafetero de Colombia fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011, al igual que Cartagena de Indias, la ciudad colonial mejor conservada del mundo, declarada Patrimonio Cultural del Humanidad en 1984.; la magia de esta ciudad se intuye en cada uno de sus rincones, murallas, caminos de piedra y antiguas fortificaciones.

Cada rincón de Colombia sumerge al viajero en una historia llena de misterios y aventuras, que estamos más que dispuestos a descubrir de la mano de ProColombia.

Bogotá

Comenzamos nuestro viaje en la capital del país, para realizar una visita privada, con guía de habla hispana y coche privado, por el casco histórico de Bogotá, por el famoso barrio de La Candelaria.

Historia, política y arte urbano se entrelazan e inundan sus estrechas y empinadas calles empedradas, aunando una modernidad y tradición que aún podemos observar en sus museos, iglesias y casas coloniales, que una vez fueron hogar de lo más distinguido de la aristocracia española y criolla.

Nuestra visita empieza en la Plaza de Bolívar, plaza principal de la ciudad donde podemos apreciar la Catedral, el Capitolio Nacional, la iglesia colonial de El Sagrario, y la Casa del Florero (Casa de la Independencia), además de otros monumentos emblemáticos de las épocas colonial y republicana de la antigua Santa Fe de Bogotá.

©Javier Biosca_Calle de Bogotá

Aquí encontramos también el Museo Botero, una parada imprescindible al visitar la ciudad; ubicado en una antigua casa colonial, alberga una de las colecciones de arte más importantes de América, y es que no solo expone más de cien obras del maestro Fernando Botero sino, además, pinturas de grandes artistas como Picasso, Renoir, Dalí, Matisse, Monet y Giacometti, entre otros.

Continuamos para conocer también el Pasaje Hernández; el edificio dividido en dos plantas y construido en el siglo XIX, ha conservado durante más de 100 años su estilo republicano, y agrupa en su interior varios locales dedicados al comercio de antiguas mercancías. Casi considerado como el centro comercial de una época anterior, sus muros color aguamarina y crema destacan entre los edificios que lo rodean.

©Javier Biosca_Calle del Carmen ©Javier Biosca_Josie en Bogotá..

Comenzamos el día siguiente con la visita a Paloquemao, una de las plazas de mercado más importantes de la ciudad. Diseñada en 1972 por los arquitectos Dicken Castro y Jacques Mosseri, es hoy en día un hervidero de personas; muy concurrida y visitada, llegan a ella cocineros, dueños de restaurantes y amantes de la buena mesa, en busca de los mejores ingredientes, además de viajeros que encuentran en ella una Colombia dulce, diversa, generosa y sonriente, que espera deleitar con la variada y deliciosa gastronomía que hay en el país.

Continuamos con un recorrido por las galerías de la zona, incluyendo La Cometa, una de las galerías y plataformas artísticas más importantes de Colombia; un lugar de referencia para los amantes del arte, que fomenta el diálogo entre artistas y espectadores, además de enfocarse en la representación, promoción y difusión de artistas colombianos y latinoamericanos del arte moderno que brindan un contexto fundamental a la producción artística contemporánea.

Ya por la tarde, nos disponemos a descubrir el sorprendente estudio textil colombiano de Verdi, que celebra la tradición de crear artículos para el hogar, moda y piezas de arte únicas al entrelaar las fibras naturales con materiales contemporáneos, en una técnica única de entrelazar sus hilos para crear inusuales piezas. Su showroom es una auténtica experiencia de diseño local, con un espacio inspirado en el legado familiar y artesanal, que refuerza la idea de artesanía excepcional como expresión genuina de lujo. Finalizamos el día y nos despedimos de la maravillosa Bogotá deleitándonos con la exquisita cocina moderna, en la que predominan los ingredientes locales, de uno de los mejores restaurantes de la ciudad.

©Javier Biosca_Josie en Bogotá

Eje Cafetero

Dejamos atrás Bogotá y salimos con nuestro chófer y nuestro guía privado hacia el aeropuerto, para embarcar en el vuelo hacia Pereira, en el corazón del Eje Cafetero; así es como llamaban los colombianos a un triángulo montañoso en la cordillera occidental entre las ciudades de Armenia, Pereira y Manizales donde se dice que se cultiva el mejor café de Colombia. Un escenario de suaves colinas con interminables plantaciones de café, plataneras y pintorescos pueblos con casas de colores que ha sido declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2011.

©Javier Biosca_Josie en el Eje Cafetero

Nos trasladamos hasta nuestra hacienda, un hotel boutique escondido como una joya en pleno Eje Cafetero, rodeado de naturaleza y con unas espectaculares vistas a la Cordillera. Entre sus experiencias privadas decidimos realizar el Tour de Cacao y la Cabalgata, recorriendo y descubriendo la zona, y es que las 180 hectáreas de esta finca, cultivadas en su mayoría con cacao, hacen de la Hacienda el lugar ideal para disfrutar de la naturaleza.

Y, al día siguiente, nos desplazamos hasta el Café San Alberto, para disfrutar de uno de los productos más reconocidos del país, el café; un café de lujo, concretamente, y el más premiado de Colombia, que despierta nuestros sentidos en un “Bautizo de Café”, una experiencia única y un recorrido sensorial de olores y sabores, en el que aprender sobre el proceso de producción, las materias primas y el ritual de preparación del café colombiano.

©Javier Biosca_Hotel boutique ©Javier Biosca_Planta de café

Comenzamos una nueva jornada ya en un nuevo alojamiento, sin salir del corazón del Eje Cafetero, reconocido por los espectaculares avistamientos de aves que ofrece. Nos trasladamos hasta el precioso pueblo de Salento para emprender un viaje de 33 kilómetros en un tradicional Jeep Willys por la antigua carretera que conecta Salento con Ibagué y Bogotá. Nuestro acompañante, un guía de la zona, nos transmite todos sus conocimientos a cerca de la naturaleza y la vida de la región, mientras disfrutamos de una de las vistas más hermosas de la Cordillera Central y el Parque Nacional de los Nevados.

A medida que ascendemos a 3.340 metros sobre el nivel del mar, realizamos una parada para disfrutar de la vista del Paramillo del Quindío, a 4.750 metros de altura, para después comenzar a descender por un espectacular valle lleno de historia, hasta encontrar un gran santuario de flora, fauna y Palmas de Cera, donde tenemos la oportunidad de disfrutar de un almuerzo privado.

Y no hay mejor manera de terminar el día que disfrutando de un masaje, una exfoliación y una mascarilla de café, para relajarnos y absorber todo lo vivido durante esta mágica jornada.

©Javier Biosca_Josie

Medellín

Nos despedimos del Eje Cafetero, con el aroma del café aún impregnado en el aire, y ponemos rumbo a Medellín. Ubicada en el Valle de Aburrá y rodeada por las eminentes montañas de los Andes, la ciudad ha experimentado una de las mejores historias de éxito de América Latina, convirtiéndose en la metrópoli innovadora que es actualmente.

Recorrer las calles de la ciudad a través de sus diversos distritos, es conocer su presente sin olvidar su pasado, mezclando tradición e innovación. Aquí descubrimos la Comuna 13, uno de los mayores ejemplos de transformación de Medellín. Epicentro de los problemas que asolaban la ciudad hace 20 años, en la actualidad encontramos un barrio colorido que ha sabido superar el pasado a través del arte, como ejemplo de desarrollo cultural, sin dejar atrás las tragedias que han vivido.

Tras grandes cambios en la infraestructura y la educación pública, Medellín llamada la “Ciudad de la Eterna Primavera” es una de las metrópolis más innovadoras del mundo. Nos dirigimos, después, hasta el Cerro Nutibara, el punto más alto de la ciudad, donde apreciaremos el paisaje del valle de los Andes.

Para finalizar el día, disfrutamos de la cena en uno de los restaurantes más especiales del país; un restaurante de cocina de autor, con menús degustación que crean experiencias sensoriales y gastronómicas en las que estimular los sentidos, con Colombia siempre como protagonista; todo ello acompañado de una decoración y diseño moderno y actual, a la altura de los maravillosos platos servidos.

©Javier Biosca_Josie en MedellínComenzamos un nuevo día desplazándonos hasta Guatapé, uno de los pueblos más llamativos y visitados de Antioquía, pero nos alejamos de las rutas más convencionales para conocerlo… ¡desde el aire!

Un vuelo en helicóptero nos lleva a descubrir las maravillas del embalse de Guatapé y La Piedra del Peñol, el famoso monolito de 220 metros que se alza entre ambos pueblos como una maravilla de la naturaleza. Una vez en tierra, nos adentramos en la naturaleza que rodea este tradicional pueblecito, conocido por sus casas de colores y sus distinguidos zócalos.

©Javier Biosca_Josie en helicóptero ©Javier Biosca_Josie sobrevuelo en helicóptero

Antes de dirigirnos hacia nuestro último destino, aprovechamos nuestro último día por el centro de Medellín, para visitar la Plaza Botero, donde se encuentran expuestas algunas de las obras más célebres del artista como las esculturas de “Esfinge”, “Hombre Caminante” o “Caballo”; esculturas que se han convertido en un hito de la ciudad y son reflejo del estilo del reconocible estilo de Botero, basado en el uso de figuras redondeadas y voluptuosas.

Cerca de la Plaza, encontramos también el Palacio de la Cultura Rafael Uribe, el Museo de Antioquía, templo de la historia colombiana y sus grandes artistas, y la Galería Duque & Loft Art que, desde sus inicios, ha sido un referente de difusión para artistas consagrados y emergentes.

©Javier Biosca Guatapé

Cartagena de Indias

Declarada por la Unesco Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1984, Cartagena suma a los encantos de su arquitectura colonial, republicana y moderna, los atractivos de una intensa vida cultural y una excelente oferta gastronómica.

Llegamos a esta nueva y espectacular ciudad, y comenzamos con una visita privada a pie para conocer la histórica ciudad vieja de Cartagena, joya colonial del Nuevo Mundo, donde el tiempo parece haberse detenido hace siglos.

Caminando por las callejuelas adoquinadas, entre viejas casas de colores con portones de madera maciza y balcones repletos de flores, visitamos el Palacio de la Inquisición, que fue el Tribunal de penas del siglo XVIII, la Iglesia de Santo Domingo, la más antigua de la ciudad (1551) y los baluartes, máximos exponentes de la arquitectura criolla de la antigua colonia.

©Javier Biosca_Josie en Cartagena de Indias ©Javier Biosca_Josie con un hombre local de Cartagena

Continuamos con una espectacular clase de comida caribeña y un fantástico almuerzo de la mano del chef Alejandro Ramírez, para después realizar una visita privada en Malva y St. Dom, acompañados por sus estilistas. Y no podíamos terminar la tarde sin ponerle un broche de oro al día, disfrutando de una cata de ron y chocolate colombiano, sin parangón.

Tras enamorarnos de la ciudad caribeña que es Cartagena, con todo su arte y cultura, comenzamos el día a bordo de un barco privado para llegar hasta las paradisíacas Islas del Rosario, en pleno mar caribe y rodeados de aguas de azules imposibles. Tras descubrir esta obra de la naturaleza, nos desplazamos para el almuerzo hasta Blue Apple Beach House, una isla cercana conocida por su ambiente tranquilo y relajado de día, en el que aprovechar para descansar, disfrutar de clases de yoga y masajes, y por su ambiente nocturno, mucho más moderno y divertido.

©Javier Biosca_Josie en Isla del Rosario Y para despedir Colombia por todo lo alto, nos recogen en el muelle para llevarnos directamente a nuestro hotel, donde tenemos tiempo de prepararnos para una espectacular cena. En el corazón del Centro Histórico de Cartagena, descubrimos un espacio único, con una propuesta gastronómica inspirada en los recorridos de los territorios colombianos, rescatando sus productos locales, aprendiendo de las matronas y sus recetas, encontrando las mejores técnicas para representarlas en su mesa. Una experiencia gastronómica que pone el broche de oro a un viaje inolvidable.

©Javier Biosca_Josie con la bandera de Colombia

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Sandra Menieur

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