Perfil de viajero

Recibir el alba y las luces de un nuevo día mientras sobrevolamos la moderna Doha o el desierto catarí en un globo aerostático. Disfrutar del silencio y la inconmensurable belleza del paisaje en un paseo íntimo por las nubes antes de aterrizar y disfrutar de un agradable desayuno en privado.

Saltar por las dunas del desierto de Dubái y sentir la potencia y la adrenalina al volante de un Jeep Wrangler, un vehículo modificado para ser imparable sobre cualquier terreno.

Ponerse al volante de un lujoso Aston Martin GT4 o de un F-300 y sentir la verdadera velocidad en el circuito de Fórmula 1 de Yas Marina, con un profesor privado como copiloto. Escuchar el zumbido de los bólidos a toda velocidad mientras vemos una carrera profesional, a pie de pista y con un delicioso brunch.

Saltar a la piscina del Deep Dive Dubai y bucear a 60 metros de profundidad por las calles submarinas de esta Atlántida del siglo XXI, teniendo la oportunidad de explorar sus secretos acuáticos junto a un equipo de profesionales del buceo.

Volar sobre el desierto de Negev o la vieja Jerusalén, parando en la fortaleza de Masada de camino al mar Muerto. Descubrir la cara más desconocida del país en la ciudad de Haifa, el bastión cruzado de Atlit o la ladera de monte Carmelo.

Conocer en persona a Nathan Jeffay, periodista británico con el que charlar y aprender más sobre la situación histórica y actual en Oriente Medio o el día a día en Israel.

Aprenderlo todo sobre el Shabat, día de descanso sagrado en el judaísmo, con una familia de Jerusalén. Conocer rituales como la degustación del vino y el pan jalá, el encendido de velas o los cánticos tradicionales.

Tomar la instantánea perfecta, aquella que haga justicia a la belleza de Amán, junto a Zohrab Markarian, que fue fotógrafo del rey de Jordania durante 22 años. Aprender los secretos de su trabajo o saltar delante de la cámara y posar para él.

Saborear una exquisita cena privada en los lugares más espectaculares de Jordania: en la ciudadela de Amán, al pie de las gradas del anfiteatro de Jerash o en la inmortal Petra.

Ser recibidos por uno de los últimos beduinos que vive en Petra para conocer su casa, su estilo de vida y escuchar todo lo que ha vivido a la sombra de una de las maravillas del mundo.

Explora las cámaras ocultas y los pasadizos secretos que pocos llegan a ver, y descubre a solas las pirámides de Giza, antes del horario de apertura; o adéntrate en privado en las patas de la Gran Esfinge y visualiza la historia que han presenciado estos imponentes guardianes del desierto a lo largo de los milenios.

Capturar la esencia del Antiguo Egipto accediendo, en exclusiva y fuera de horario, al Museo Nacional de la Civilización Egipcia y poder admirar sus tesoros más importantes a solas.

Recorrer en exclusiva las 500 habitaciones del palacio de Abdeen, símbolo de la modernización de El Cairo en el siglo XIX.

Explorar las montañas de Jebel Samhan mientras se busca al majestuoso leopardo de Arabia, en peligro de extinción. Aprender más sobre este impresionante felino con Kha led Al Hikami, que ha dedicado su vida a su estudio y protección.

Aplaudir, entre emocionados vítores, un exquisito espectáculo musical en el Teatro de la Ópera de Muscat y visitar su colección más exclusiva, que guarda tesoros únicos de este arte.

Sobrevolar la inmensidad del desierto de Wahiba en un ultraligero y dejar que su silencio de arena dibuje los sueños más hermosos pasando la noche en un lujoso campamento privado.

Ser testigo de la segunda mayor migración del planeta acompañando a las manadas de ñus por tierra, en kayak o desde el aire en helicóptero. Disfrutar de un evento sin comparación de una forma única y original.

Dormirse contando estrellas en lo que un día fue el lecho del río Luwi, hoy seco, y sentir el movimiento del universo al conectar con la naturaleza más pura.

Sentirse como Humphrey Bogart y Katharine Hepburn al navegar las tranquilas aguas del Zambeze a bordo de la Reina de África, el mítico barco de vapor. Enamorarse de las puestas de sol de Zambia o descender las aguas bravas del río hasta la garganta de Batoka.

Brindar por la belleza natural de Uganda mientras se disfruta de un exclusivo brunch en lo alto de las cataratas Murchison. Dejarse sorprender por el imponente salto de agua antes de relajarse con la corriente del Nilo Victoria como música de fondo.

Salir en busca del rinoceronte blanco en el Santuario de Ziwa, uno de los pocos lugares que quedan en África en los que se puede rastrear a este espectacular animal a pie.

Conocer nuevos significados de la palabra ‘privacidad’ alojándose en una exclusiva isla privada en el nacimiento del Nilo. Disfrutar de todas las comodidades y una calma únicamente interrumpida por el movimiento de las corrientes.

Seguir de cerca la labor del Centro de Estudios Científicos de Bazaruto, Mozambique, para controlar los efectos del cambio climático en los ecosistemas locales y ayudar a sus científicos a rastrear a los imponentes tiburones tigre y tiburones toro.

Abrazar la sensación de privacidad y soledad que solo se consigue alojándose en una paradisíaca isla privada. Despertar con el tranquilo murmullo de las mareas, sin más preocupaciones durante el día que ver cómo el sol se oculta tras las aguas del Índico.