Remotas, tropicales y exuberantes… Las Islas de Tahiti forman un universo donde los sueños se confunden con la realidad. Exploradores, aventureros, náufragos, artistas y amantes fueron conducidos por azares del destino hasta las calmadas costas de Polinesia, un paraíso de cristal que flota en cientos de fragmentos sobre el Pacífico.