Verano

Conocer el talento milenario de Mumcular, pueblo famoso por sus artesanos de la arcilla, junto a un maestro alfarero y poniendo en práctica los conocimientos adquiridos con una lección de cerámica, acompañada de un brunch tradicional turco.

Seguir los pasos del pélida Aquiles y del ingenioso Ulises y visitar las ruinas de Troya, accediendo a las excavaciones arqueológicas cerradas al público. Conocer los secretos de la ciudad de los caballos junto a un equipo de arqueólogos.

Caminar a través del desfiladero volcánico del valle de Ihlara, siguiendo el río que corre por su lecho, para llegar a la ciudad de Guzelyurt, famosa por sus iglesias excavadas en la misma roca.

Acariciar el suave pelaje de un lobo ártico y aprender más sobre su naturaleza en un innovador refugio que une el lujo y el contacto directo con estos animales. Experimentar el vínculo que surge entre humano y animal visitando el santuario en privado, fuera del horario de apertura.

Subir a lomos de una zódiac y partir en busca del águila de cola blanca por los fiordos árticos o ver de cerca las lenguas glaciares en una barca de expedición.

Descender al corazón del volcán Thríhnúkagígur, extinto desde hace más de 4000 años, para deleitarse con una experiencia gastronómica muy especial: una exclusiva cena de delicias islandesas en su cámara magmática.

Degustar el pan tradicional islandés de una manera muy especial: recién salido de una panadería geotérmica, donde se hornea enterrado en arena volcánica caliente.

Caminar sobre lo que un día fue un lecho marino acompañado por los impertérritos tsingys rojos de Irodo, espectaculares formaciones rocosas con más de 70 millones de años de antigüedad.

Perderse en los azules del mar Egeo desde una villa privada en el archipiélago de las Cícladas, con todas las comodidades y los servicios más exclusivos.

Viajar a otra época visitando una ciudad mítica. Explorar los restos de la misteriosa Tenea, una ciudad del mundo antiguo descubierta en 2018 que, según la leyenda, fue fundada por viajeros de la ciudad de Troya.

Desconectar en un retiro en las montañas del este de Grecia y encontrar un antiguo monasterio del siglo XVI. Conseguir la llave para acceder al interior, donde sus impresionantes frescos y las vistas de su campanario evocan una época pasada, más sencilla y tranquila.

Aprender las técnicas pesqueras en un pequeño barco sobre el Adriático, escuchar las historias de un pescador local y, tras una jornada en alta mar, degustar las famosas ostras locales en un pintoresco pueblo costero.

Nadar en los espectaculares azules de la cueva de Odiseo, un escondite natural desconocido para la mayoría de turistas. Sumergirse en las tonalidades de esta joya escondida y vislumbrar el atardecer desde sus rocas.

Compartir una agradable tarde con Matja y Giorgio Vierda, maestros artesanos cuya familia lleva siglos realizando piezas de orfebrería. Descubrir los secretos de este antiguo arte en la casa que la familia tiene en la encantadora isla de Brac.

Admirar los arcos del castillo Saint-Germain-en-Laye, lugar de nacimiento del Rey Sol, durante una exclusiva visita en privado al Museo Nacional de Arqueología.

Dormir en un faro totalmente aislado en los acantilados del extremo sur de Cerdeña (Capo Spartivento) o disfrutar de tu propia isla privada en la Laguna de Venecia, un refugio exclusivo propiedad de la familia Swarovski.

Adéntrate en la búsqueda del “Leonardo Perdido”, La batalla de Anghiari, obra que se cree escondida entre los frescos de una pared en el Palazzo Vecchio.

Sentirse parte de la aristocracia florentina y deleitarse con el lado más desconocido de la ciudad de los Médici junto al conde Vittorio Carioni. Su compañía abrirá las puertas de palacios privados, jardines secretos, zonas cerradas de los museos y los mejores restaurantes de Florencia.

Ser testigo del baile cósmico de las estrellas desde el Observatorio Astronómico Helmut Ullrich, en las Dolomitas, y cenar en un chalet de montaña con una de las mejores vistas de los Alpes.

Revivir la historia en uno de los grandes monumentos de Roma, visitando el Coliseo y accediendo a las áreas restringidas de su subsuelo, donde se encontraban las celdas de los gladiadores y los distintos escenarios.

Miras hacia arriba y ¿qué ves? Estrellas, planetas, agujeros negros… Explorar la Vía Láctea e intentar comprender la enorme distancia que representa un año luz. Con suerte, ver estrellas fugaces mientras estás sentado en cómodos cojines y envuelto en cálidas mantas bajo la brisa de las Pitiusas.

Conocer en primera persona la labor de uno de los mejores luthiers del mundo en su taller de guitarra. Aprender, de manos del maestro, cuál es el secreto de sus famosos instrumentos y terminar la velada disfrutando del concierto en privado de un guitarrista flamenco.

Surcar el indomable Cantábrico y vivir la experiencia peregrina de una forma única recorriendo las etapas del Camino por mar y acabar descansando en A Creba, una isla privada donde tus sentidos serán mimados en la máxima expresión de la exclusividad y privacidad.

Descubrir la imponente belleza natural de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai alojándose en una villa privada de lujo y experimentar la cocina vasca más auténtica en un txoko, una sociedad gastronómica cerrada a turistas, en exclusiva.