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10 viajes fin de año para vivir la magia del invierno
Viajar en fechas especiales no se trata solo de descubrir un nuevo destino, sino de algo único: crear recuerdos alegres que perduren. Las experiencias que coinciden con celebraciones se vuelven aún más significativas, porque transforman los viajes fin de año en rituales de vida.
Con esta visión, NUBA curó una selección de 10 destinos extraordinarios donde el invierno se convierte en escenario de celebración. Hoteles legendarios, paisajes que parecen irreales y ciudades vibrantes: cada lugar ofrece una forma distinta de vivir y compartir esta temporada.
Arizona – L’Auberge de Sedona
En Arizona el invierno adquiere un carácter inesperado: el desierto se tiñe de tonos dorados, las montañas se cubren de nieve y los cielos estrellados ofrecen un telón de fondo inigualable. Sedona, con la fuerza mística de sus rocas rojas, se convierte en un santuario de espiritualidad y descanso. Mientras tanto, Flagstaff invita a deslizarse por sus pistas nevadas bajo un sol radiante. Es un destino que equilibra naturaleza y sofisticación, ideal para quienes buscan una experiencia diversa en la temporada.
En el corazón de Sedona, L’Auberge de Sedona ofrece cabañas privadas junto al Oak Creek, donde chimeneas encendidas y terrazas bajo el cielo estrellado crean un refugio íntimo. Su spa, inspirado en botánica desértica, conecta al viajero con la energía local. Además, experiencias como vuelos privados sobre el Gran Cañón o cenas gourmet en medio del desierto convierten el invierno en una asombrosa temporada de introspección.
British Columbia – Wickaninnish Inn, Relais & Châteaux
La Columbia Británica es invierno en estado puro: montañas que parecen infinitas, ciudades que se iluminan con mercados y jardines festivos, y un océano que nunca se detiene. Desde los picos nevados de Whistler hasta los cielos grises de Tofino, cada rincón revela una forma distinta de vivir la temporada. Aquí, la autenticidad se entrelaza con la aventura: esquía en Whistler Blackcomb, recorre mercados navideños en Victoria o déjate hipnotizar por la fuerza del Pacífico en plena tormenta invernal.
En la salvaje costa de Tofino, el Wickaninnish Inn, miembro de Relais & Châteaux, se alza como refugio elegante frente al océano. Sus suites con ventanales infinitos y chimeneas privadas son el escenario perfecto para contemplar el storm watching. Por su parte, el Ancient Cedars Spa ofrece rituales inspirados en la naturaleza costera. Gastronomía de temporada, hospitalidad cálida y un paisaje indomable redefinen aquí el concepto de lujo invernal.
Experiencias únicas como el espectáculo inmersivo Vallea Lumina en Whistler, la magia navideña de los Butchart Gardens en Victoria y un ascenso en moto de nieve hasta la histórica Crystal Hut, para disfrutar un festín de salmón salvaje, convierten a British Columbia en un mosaico incomparable de naturaleza y celebración.
Cannes – Carlton Cannes, A Regent Hotel
La Riviera Francesa en invierno adquiere un brillo inesperado: mercadillos iluminados, conciertos en vivo y guirnaldas doradas que cubren Le Suquet. En Cannes la magia festiva se mezcla con el glamour eterno de la Costa Azul para ofrecer una experiencia en la que el Mediterráneo y los Alpes conviven en perfecta armonía.
En el legendario Carlton Cannes, inaugurado en 1911 y recientemente renovado, el espíritu Belle Époque se fusiona con un diseño contemporáneo. Disfruta de sus suites con vistas al mar, su cocina de alta gama y experiencias como patinar en su pista de hielo privada o degustar un chalet gourmet frente al Mediterráneo. Todo ello hace de este hotel un refugio perfecto para los viajes fin de año.
Ciudad del Cabo – Crystal Cruises, Crystal Symphony
En el extremo sur de África el invierno sucede entre ciudades vibrantes y paisajes naturales que conducen hacia el Índico. Desde la Ruta Jardín hasta las playas idílicas de Mozambique, pasando por la magia de Zanzíbar, cada escala revela un mosaico cultural y salvaje que se disfruta con el ritmo lento de una travesía marítima.
El Crystal Symphony, crucero de lujo íntimo y elegante, acompaña este itinerario con suites privadas, gastronomía de clase mundial y un spa exclusivo. A bordo, la sofisticación se encuentra con la aventura: safaris en Tsavo, vuelos panorámicos en helicóptero y experiencias culinarias en puertos costeros que celebran la diversidad.
Hong Kong – Mandarin Oriental Hong Kong
Hong Kong en invierno es una ciudad dual: mercados tradicionales repletos de luces, templos iluminados y rascacielos que brillan frente al puerto Victoria. Durante la temporada festiva, la ciudad vibra con celebraciones que mezclan tradición oriental y modernidad cosmopolita.
El Mandarin Oriental Hong Kong, con hospitalidad legendaria, ofrece habitaciones con vistas al puerto y nueve restaurantes, incluido un estrella Michelin. Su spa, inspirado en medicina tradicional china, convierte cada tratamiento en un ritual. También, experiencias como cenas privadas en The Krug Room o cócteles diseñados por mixólogos de renombre hacen de cada momento una celebración.
Nueva York – Waldorf Astoria New York
En invierno Nueva York se transforma en el epicentro global de la celebración: escaparates brillantes en la Quinta Avenida, pistas de patinaje en Rockefeller Center y la energía inagotable de Broadway. Cada rincón respira el espíritu festivo de los viajes fin de año. Así, la ciudad se convierte en un escenario perfecto para quienes buscan vivir la Navidad y el Año Nuevo en su máxima expresión.
El renacido Waldorf Astoria New York conserva su esencia Art Deco mientras se reinventa como ícono de lujo contemporáneo. Sus suites majestuosas, el Guerlain Spa y su ubicación en Midtown lo convierten en un refugio perfecto para explorar la ciudad que nunca duerme y siempre celebra.
República Checa – Grandhotel Pupp, Karlovy Vary
Praga, Cesky Krumlov y Karlovy Vary en invierno parecen salidos de un cuento de hadas. Maravíllate con las calles medievales iluminadas, las aguas termales que humean bajo la nieve y las plazas con mercados navideños que destacan por sus villancicos y el rico olor de vino caliente y pan de jengibre. La República Checa es un destino que combina historia, tradición y bienestar durante los viajes fin de año.
En Karlovy Vary, el histórico Grandhotel Pupp ofrece salones majestuosos, un spa termal y gastronomía inspirada en la tradición local. Hospedarse aquí es revivir siglos de hospitalidad centroeuropea con el confort contemporáneo de un gran hotel. Por ende, es ideal para descubrir una de las navidades más románticas de Europa.
República Dominicana – The St. Regis Cap Cana Resort
El Caribe se convierte en un refugio perfecto para quienes buscan escapar del frío sin renunciar a la sofisticación. En Cap Cana, playas de arena blanca, aguas turquesa y hospitalidad confortable transforman la temporada festiva en un recuerdo tropical.
El St. Regis Cap Cana Resort redefine la hospitalidad caribeña con suites y villas frente al mar, un spa inspirado en rituales tropicales y una propuesta gastronómica vanguardista. Asimismo, Golf en Punta Espada, cenas privadas con sabores dominicanos reinterpretados y un servicio impecable hacen que el invierno se viva al ritmo del Caribe.
Vancouver – Rosewood Hotel Georgia
Sofisticación urbana y naturaleza cercana: Vancouver ofrece ambas en la temporada festiva invernal. La ciudad se ilumina con mercados navideños, jardines decorados con millones de luces y una energía cosmopolita que celebra la diversidad cultural.
En pleno centro, el Rosewood Hotel Georgia combina la elegancia histórica de sus interiores restaurados con un estilo contemporáneo sobrio. Habitaciones amplias, spa sereno y cocina de autor convierten este hotel en un punto de encuentro ideal. Desde aquí se puede explorar tanto la ciudad iluminada como la cercana Grouse Mountain, excelente para esquiar.
Vienna – The Ritz-Carlton Vienna
Si existe una ciudad que encarna la Navidad europea, es Viena. Mercados históricos, aromas de vino caliente y conciertos de Adviento convierten a la capital austriaca en un escenario cultural donde la tradición se vive intensamente.
El Ritz-Carlton Vienna fusiona grandeza imperial y diseño contemporáneo. Suites con vistas panorámicas, un spa inspirado en rituales europeos y una terraza invernal con raclette y vino caliente permiten contemplar la ciudad iluminada. Aquí, cada rincón es arte y cada instante, celebración.
