Hace 500 años que Juan Sebastián Elcano regresaba a Sevilla, acompañado por 17 supervivientes de los 260 que habían zarpado tres años antes, al mando de Fernando de Magallanes, tras completar la primera vuelta al mundo. Un viaje que comenzaba un 10 de agosto de 1519, cuando cinco naos españolas partían del Muelle de las Mulas de Sevilla, capitaneadas por Magallanes, con el encargo de Carlos I de abrir una nueva ruta por el oeste hacia las Islas de las Especias. Un viaje que finalizó el 8 de septiembre de 1522, cuando solo la nao Victoria regresaba a Sevilla, con 18 tripulantes a bordo, tras circunnavegar el globo por primera vez en la historia.
En conmemoración de este inconmensurable hito, NUBA te propone un viaje incomparable, una vuelta al mundo para exploradores modernos, en la que seguir los pasos de Magallanes y Elcano a través de 12 destinos. ¡Descúbrelos!
1ª Parada: Sevilla
Un recorrido por Sevilla es como adentrarse en un viaje en el tiempo, y es que la que fuera una de las capitales más importantes del mundo del siglo XVI, sigue conservando su esplendor, con numerosos vestigios y joyas monumentales, como el Real Alcázar o el Archivo de Indias, Patrimonio de la Humanidad. Aquí tendremos la oportunidad de conseguir una entrada privada a Art Restorers, en un escondido estudio de la ciudad, en el que los dueños nos abrirán calurosamente su puerta y nos invitarán a su hogar, lleno de tesoros artísticos, para compartir su pasión por el arte y revelar las técnicas que utilizan para revivir sus obras más antiguas.
2ª Parada: Río de Janeiro
Continuamos nuestro camino hasta la capital de Brasil, Río de Janeiro, dispuesta a dejarnos sin aliento con su vida y su color. Una gran metrópolis, tan fascinante como diversa, hogar de los cariocas, de playas de película y de paisajes inolvidables que descubriremos a cada paso. Realizaremos además una visita imprescindible de la ciudad, descubrir en privado el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói, antes de la apertura o tras el cierre del edificio al público. En el interior de la “Flor Blanca”, que es en sí misma una obra de arte del padre de la arquitectura moderna brasileña Oscar Niemeyer, podremos apreciar las espectaculares piezas que se exponen en sus salas, más de mil, recopiladas desde la década de 1950 por el coleccionista de arte João Sattamini, y es que está considerada la segunda colección más grande de arte contemporáneo en Brasil.
3ª Parada: Buenos Aires
La capital de Argentina es una de las 20 ciudades más grandes del mundo, y aguarda a ser descubierta, llena de contrastes y emociones a flor de piel. Desde los colores del barrio de la Boca hasta los acordes de tango que resuenan en cada esquina, todo el tiempo del mundo no sería suficiente para llegar a conocer todo lo que “Baires” tiene para ofrecer. Una exclusiva experiencia nos espera en esta tercera etapa de nuestro viaje, colarnos en el backstage del Teatro Colón, uno de los mejores palacios de ópera del mundo; además, tendremos la oportunidad de sumergirnos en el panorama cultural argentino, visitando algunos de los museos más importantes de la capital, en privado y junto a sus directores.
4ª Parada: El Calafate
Nos alejamos de la urbe y ponemos rumbo hacia la inmensidad de la “nada”. El Calafate es ese destino soñado para todos los viajeros que llegan a Argentina y buscan apreciar el verdadero espectáculo que puede ofrecer la naturaleza, la naturaleza helada en este caso. Presenciar la majestuosidad del Parque Nacional de los Glaciares, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y que debe su nombre a la presencia de numerosos glaciares que surgen en el Gran Campo de Hielo Patagónico, es una panorámica imprescindible. Así, navegar en kayak hasta el glaciar Upsala, descubrir el imponente Perito Moreno en un paseo por el hielo milenario adentrándonos en su interior o ascender al inexplorado glaciar Cagliero serán experiencias inolvidables que atesorar para siempre en nuestra memoria.
5ª Parada: Ushuaia – Punta Arenas
Y casi en el ecuador de nuestra travesía, alcanzamos el fin del mundo, concretamente aquel Faro del Fin del Mundo de Julio Verne, al sur del hemisferio sur; y es que Ushuaia, la joya de la Patagonia argentina, es la ciudad más austral del mundo, surgida en la misteriosa isla de Tierra del Fuego. Y a bordo de un crucero de lujo, emprenderemos la navegación por el estrecho de Magallanes, por el Canal Beagle hasta alcanzar el mítico Cabo de Hornos y Punta Arenas, ya en tierras chilenas. Entre pingüinos, glaciares, rutas de trekking heladas y especies vegetales casi desconocidas presenciaremos una naturaleza tan virgen como la que observaron los exploradores, cuyos pasos seguimos, hace tantísimos años.
6ª Parada: Manila
Dejamos atrás los parajes helados para adentrarnos en tierras más cálidas, como la capital de Filipinas, Manila. Más desconocida que otros destinos, la ciudad reúne la mayor cantidad de enclaves históricos de todo el país, y es el entorno perfecto para conocer sobre su pasado y sobre las raíces que aún hoy en día unen a filipinos, España y América Latina. Es aquí, por tanto, donde tendremos la oportunidad de recorrer los vestigios más importantes de la Segunda Guerra Mundial, buceando entre navíos japoneses hundidos en Corón, volando sobre la bahía de Manila, o recorriendo en privado la isla de Corregidor a bordo de un tranvía de 1940.
7ª parada: Isla de Cebú
Sin salir del país, continuamos nuestro viaje hacia las islas que nuestros predecesores pudieron alcanzar hace ya 500 años, y es que Cebú fue el lugar de Filipinas en el que desembarcó la expedición liderada por Magallanes en 1521. “La reina del sur” de la Región de las Visayas es un paraíso en sí mismo, con playas de arena blanca y jardines de arrecifes de coral vírgenes que hacen de este el entorno perfecto para disfrutar de las mejores experiencias de buceo, con aguas cálidas y tranquilas, entre los innumerables bancos de peces y tortugas de Moalboal; sin dejar atrás los bosques que esconde en su interior, con cascadas y aves desconocidas que esperan a aquellos lo suficientemente aventureros como para adentrarse a buscarlas.
8ª Parada: Isla de Bohol
Perteneciente a la región de las Visayas Centrales, esta isla es una de las más importantes de Filipinas, que sorprende con la variedad de paisajes y entornos naturales que posee, desde playas ideales para el buceo hasta una espesa y frondosa vegetación. Como no podía ser de otra manera, llegaremos a este destino con el objetivo de descubrir las Colinas de Chocolate de Bohol, uno de los mayores orgullos de los habitantes de la isla, consideradas además como Monumento Nacional de Filipinas; llamadas así por su peculiar forma y color, y es que son pequeños montículos de no más de 50 metros de altura, recubiertos por una hierba que al secarse se torna de un color marrón que las hace parecer un auténtico bombón. Sin embargo, nos dispondremos a conocerlas saliéndonos de las rutas habituales, recorriéndolas en quad por caminos poco transitados, ascendiendo por sus laderas en una emocionante jornada de escalada o contemplándolas desde el cielo en un sorprendente paseo en globo.
9ª Parada: Palawan
Palawan ya no es “la última frontera” filipina, y es que atrae a los viajeros con una combinación de espectaculares paisajes marinos, bosques pluviales inexplorados y una sorprendente exclusividad. Las playas del archipiélago difícilmente encuentran rival en todo el mundo, abriéndose a un reino submarino que descubrir en inolvidables jornadas de buceo. Aquí tendremos la oportunidad de adentrarnos en las maravillosas cuevas del Parque Nacional Río Subterráneo, con un caudal que desaparece bajo el Monte Saint Paul; un lugar que permite y acoge la mezcla de once ecosistemas diferentes.
10ª Parada: Isla de Borneo
Un lugar único del planeta se abre ante nuestros ojos, dándonos la bienvenida a la tercera isla más grande del mundo; tal es su extensión, que tres países pueden reclamar sus tierras: Malasia, Brunei e Indonesia. Repleta de especies endémicas, siendo las más reconocidas el orangután rojo, el mono narigudo, el elefante pigmeo, y un sinfín de aves y reptiles, es un destino idílico para presenciar, en primera persona, a estos maravillosos animales, además de tener la oportunidad de participar en labores para su protección. Así, buscaremos a los elefantes pigmeos en plena naturaleza, colaborando en un proyecto de conservación en el que plantar diversas especies de árboles autóctonos, favorables para el ecosistema local, o apoyando a esta preciosa vida salvaje adoptando un orangután en un centro de rehabilitación para estos primates.
11ª Parada: Sulawesi
Alcanzaremos posteriormente Indonesia y, concretamente, una de las islas más desconocidas del país, Sulawesi. Con una belleza indescriptible y un exotismo salvaje, sus impresionantes paisajes, cascadas y volcanes mantienen un entorno virgen, digno de los exploradores del siglo XXI. Sus montañas se postulan como el recorrido perfecto para emprender una caminata, y el paraíso de atolones que se esconde bajo sus aguas, como un lugar idílico que nos permitirá ser testigos de un verdadero espectáculo de la naturaleza, con corales y bancos de peces que iluminan en turquesas, naranjas y esmeraldas fluorescentes sus profundidades.
12ª Parada: Ciudad del Cabo
Y antes de regresar al hogar, tras una travesía digna de los exploradores del siglo XVI, llegaremos al continente africano, dispuestos a descubrir Sudáfrica. El sol hace brillar la bahía en la que se enclava la distinguida Capetown, mientras la rocosa Table Mountain se asoma sobre ella y el Pico de Lion’s Head va tornándose anaranjado y rojizo a medida que el atardecer se cierne sobre la ciudad, dando paso a una animada vida nocturna. Las experiencias que aguardan en la segunda urbe más importante del país son tan variadas como su incomparable combinación de aventuras naturales, culturales y culinarias. Así, podremos disfrutar de una ruta en 4×4 por Devil’s Peak hasta alcanzar Table Mountain para disfrutar de un maravilloso picnic con incomparables vistas; podremos también recorrer la zona de Viñedos del Cabo, a bordo de un Rolls Royce Silver Cloud de 1963, para disfrutar de un almuerzo en una de las bodegas más famosas de la zona del valle de Constantia; o encontrarnos con los científicos que trabajan activamente con ballenas y tiburones blancos, en Hermanus, para vivir el auténtico contacto con la vida salvaje de las cristalinas aguas de Plettenberg Bay.
Y finalmente regresamos a España, a Sevilla, tal y como hiciera Elcano hace cinco siglos, dispuestos a compartir y contar todas las aventuras vividas, y es que son pocas las personas que pueden afirmar: “Yo he dado la vuelta al mundo”. Conviértete en uno de ellos.